Qué decir ya que no se haya dicho ya de la increíble historia de `El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha´ que no hayan recomendado otros en prosa y en verso muchos doctores en materias cervantinas. Que más podría añadir sobre este personaje por el que siento adoración por su pureza y valor convertido en cliché de ese prototipo español que ha llegado hasta nuestros días.
El Quijote fue y siempre será uno de mis héroes legendarios de mi juventud. Paradigma y valuarte de lo mejor del caballero español del momento en un tiempo, como el presente, en que comenzaba a extinguirse la llama del pasado glorioso de España donde valores como el amor, el honor, el valor, la verdad, la gloria, y la lealtad comenzaban a apagarse como ideales en decadencia.
El Quijote nos recuerda, a través de los ojos de un hombre culto a ratos, los muchos loco, que nada ha cambiado. A parte del disfrute de su impecable prosa castellana destacaría la vigencia de sus fábulas. Historías verdaderas exageradas o menguadas por momentos que nos hacen sonreír y mover la cabeza como asintiendo. Qué tremenda vigencia y que actual sus mensajes y reflexiones en ‘tiempos modernos’.